5 factores a tener en cuenta para ejercitar menos y aprender más.

El jueves pasado dicté el primer webinar.
Yo planté un árbol, tuve un hijo y no escribí ningún libro todavía, pero dí un webinar.
Soy una principiante en educación online.
Puedo hablar de procesos de transformación musical sin parar o pasar horas delante de un piano trabajando con mis alumnos. Me resulta energizante.
Pero la técnología que implica un emprendimiento online, ayer, me dejó agotada.
Todo fue probado antes del webinar: el sonido, el enlace, los ajustes de video, las luces, y el programa para pasar diapositivas.
Todo funcionaba.
Pero… 30 minutos antes de empezar la reunión, abrí la notebook para conectarme y no se despertaba del sleep mode….
Y mi sistema nervioso simpático, empezó entrar en modo lucha y huida.
¿Tenía que ser hoy, justo antes de que el webinar empiece, que el sleep mode de la computadora, por primera vez, no funcione?
En fin… después de reiniciarla, funcionó. On-off es la única estrategia que conozco para solucionar problemas en la computadora.
El sonido fue el siguiente problema que tuvimos la suerte de solucionar… a medias.
Con la audiencia amable que tuve, no tenía motivo para dar el brazo a torcer y abandonar en el medio del partido… hice un tratado de paz con la enemiga y seguí.
A pesar de que por momentos las diapositivas no pasaban 🙈 mis colegas se quedaron hasta el final.
Y así, con este primer webinar, y después de 10 meses de trabajo solitario y sin resonancia, más que mis propias críticas y alabanzas, mi proyecto empezó a hacerse visible.
A esa felicidad, también la sentía en mi sistema nervioso.
Un estudio de Alison Wood Brooks de la Harvard Business School, revela que la emoción (de cumplir mis metas) y el miedo (a la tecnología, en este caso) desatan sensaciones similares en el cuerpo: pulso acelerado, agitación, tensión.
Como recomienda Alice en su estudio científico, intenté convertir mi ansiedad tencnológica, en emoción de poder al fin conectar con colegas a través del seminario online.
¡Funciona!.
Terminé el día pasada de revoluciones, con un coktail de adrenalina de felicidad y trauma digital.
Para la mañana siguiente tenía 3 objetivos.
El primero, era una cita con la tecnología 🥴: quería aprender a usar un programa para transcribir los videos de los cursos, para los colegas que prefieren leer.
En mi lista, estaba también escribir este artículo y ordenar el departamento antes de que llegue mi hada madrina a ayudarme con la limpieza.
Y si bien el viernes me desperté feliz, a mi mente le costaba enfocar.
Estaba saturada.
Mis pensamientos, vagando desordenados, literalmente en el limbo.
Mis globos oculares, parecían estar echados en un sofá… las impresiones visuales de los juegos de sombras del sol mañanero en el comedor, venían a mi retina solitas, porque mis ojos no eran capaz de dirigirse a ningún lado.
En otras épocas, me hubiera dicho: Gaby, es viernes, no vas a desperdiciar un día de trabajo, mañana es sábado y podés descansar.
Me hubiera entonces sentado a aprender a transcribir videos con la mente atiborrada y a lograr cosas, que normalmente llevan 20 minutos, en dos horas.
Pero esta vez no.
Me dije en cambio: Gaby, después de aprender y experimentar tantas cosas nuevas, dejar vagar la mirada y los pensamientos durante una caminata a la orilla del Rin, es una mejor opción para despejarte de los últimos tiempos de alta dosis de desafíos «computadoriles» .
Y decidí contártelo, porque viene al caso.
Tienes alumnos que a pesar de ejercitar, están estancados?
Todos experimentamos bloqueos en diferentes situaciones de la vida. Por culpa de la técnica o la vida virtual 😅.
Y se trata de aprender a navegarlos.
Un bloqueo puede ser, en nuestra tarea docente, un estancamiento del desarrollo técnico, artístico, personal, corporal o mental.
Los motivos pueden ser de distinta índole y hoy te cuento uno: la concentración durante la ejercitación.
Indaga en estos 5 factores que influyen en la concentración y que te ayudarán, a tí o a tus alumnos, a hacer el estudio diario motivante.
👉🏼Objetivos muy difíciles
Si los objetivos fijados son muy difíciles o muchos a la vez, la frustración será rápidamente grande y la mente buscará tranquilidad en otros pensamientos. Aumenta los desafíos de a poco. Los maestros, en clase individual, tendemos a dar mas de la cuenta y a colmar la memoria a corto plazo, que no solo es corta sino que no tiene tanta capacidad como la memoria a largo plazo.
👉🏼Objetivos muy fáciles
Si los objetivos son muy fáciles, en general caemos en un automatismo y tu aprendiz perderá la motivación. Muy probablemente con ella, la atención se disperse. Entre los objetivos muy difíciles y los muy fáciles está la zona en la que las posibilidades de tu alumno se alinean con las dificultades que le propones y el proceso de transformación musical fluye. Descubrir esa zona en cada clase, es el secreto del flow en el aprendizaje.
👉🏼Vitalidad
Si estás cansado, o un coktail de adrenalina efervesce dentro tuyo, será más difícil mantener la atención. El agobio mental hacen las prácticas engorrosas e ineficientes. Planificar las prácticas en los momentos del día en los que tenemos más energías, las hacen motivantes y eficientes. Y por lo contrario, exigirte mucho cuando estás cansada, es inconducente. Aprender es, después de todo una actividad que podemos realizar luego de haber cumplido con nuestras necesidades biológicas básicas y con una necesidad muy particular: la de sentir seguridad y resguardo. Si nos sentimos amenazados, por algún conflicto, por ejemplo (porque hoy los tigres en general no andan sueltos), nuestro sistema nervioso simpático se pone en alerta y nuestra mente se prepara para luchar o salir corriendo.
Durante tus prácticas, planea pausas cortas cada 20 minutos, mira por la ventana, a lo lejos, por un par de minutos. Haz también pausas más largas e incluye en ellas caminatas o deportes.
👉🏼Vaguedad en el planteo de objetivos
Tocar bien determinados compases de una obra es una meta muy vaga. Si no hay descripción de un objetivo concreto, un plan para llegar a él y conocimientos para evaluar los resultados, no habrá un punto a dónde dirigir tus pensamientos y acciones. Empezarás a tocar la Partita de Bach, por ejemplo, y a medida que vayan surgiendo los errores, los irás corrigiendo. Esta es una manera intuitiva, que conlleva a una cierta inseguridad a la hora de recuperar los rendimientos logrados con las repeticiones.
No repitas sin preguntarte para qué. Tomar solo un objetivo, formularlo claramente y elaborar un plan de acción (mental o escrito) te permite dar pasos seguros y valorar mejor tus avances.
👉🏼Priorizar y renunciar
Poner prioridades va de la mano de renunciar. Renunciar específicamente a entrenar destrezas en pos de aprender una específica, te enfoca en tus objetivos. Si no renuncias, caerás en el intento de resolver todo a la vez, cosa que es en general muy frustrante. Renunciar a mejorar varias destrezas a la vez, es una habilidad que requiere también entrenamiento 🙃. En etapas posteriores el objetivo será integrar, por ejemplo, dos funciones vocales concretas.
Las dos horas de caminata, los perfumes primaverales, los árboles que desde hace 4 semanas están tupidos de follaje, transformaron mis pensamientos en aguas mansas y silenciosas. Caldo para nuevas ideas.
✨La claridad mental trae bienestar y hace las prácticas más cortas y eficientes.
