La asimetría corporal en músicos es mucho más común de lo que solemos pensar. Cantantes e instrumentistas conviven con asimetrías emocionales, estructurales y derivadas del instrumento, muchas veces sin notar cómo estos patrones influyen en el equilibrio, la respiración, la coordinación y el sonido.
Este artículo explica por qué la asimetría no siempre es algo que corregir, cómo funciona desde la neurofisiología y cómo trabajar con ella de forma funcional y saludable.
Asimetría corporal en músicos: cómo entenderla
En el taller inaugural del simposio de la Sociedad Alemana de Fisiología de la Música y Medicina del Músico, se abrió un intercambio interdisciplinario sobre cómo abordar la asimetría en músicos.
Un aspecto quedó muy claro: la asimetría corporal en músicos está presente en todos, de una forma u otra.
Las emociones pueden crear asimetrías.
La técnica instrumental puede reforzarlas.
Y estructuralmente, ningún ser humano es completamente simétrico — ni en la anatomía ni en el movimiento.
Incluso los pulmones muestran esta idea desde el inicio: el pulmón izquierdo es más pequeño que el derecho para dejar espacio al corazón.
Aun así, cuando notamos un desequilibrio, nuestro instinto suele ser “corregirlo”, como si la simetría fuera el único indicador de funcionalidad o salud.
Hoy quiero aportar una perspectiva clave: la neurofisiológica.
Asimetría y movimiento: una mirada neurofisiológica
Desde la neurofisiología, la asimetría corporal en músicos no es necesariamente un problema.
El cerebro no organiza el movimiento buscando una geometría perfecta: organiza el movimiento mediante patrones funcionales.
El sistema nervioso prioriza la:
- eficiencia,
- estabilidad,
- adaptabilidad,
no la simetría.
El cerebro no gasta energía intentando que cada detalle del movimiento sea idéntico.
Corrige solo lo que importa para lograr el objetivo… y permite que todo lo demás varíe.
Este principio es fundamental en la neurociencia del movimiento y explica cómo los músicos se auto-organizan mientras interpretan.
Ejemplos de jerarquía motora en músicos
Ejemplo instrumental
Aquí no hablamos de asimetría anatómica, sino de cómo el cerebro prioriza ciertos elementos cuando un músico ejecuta una acción.
Objetivo: tocar una nota precisa en una cuerda.
Dimensiones relevantes (control obligatorio):
- colocación del dedo
- velocidad y presión del arco
Dimensiones redundantes (pueden variar):
- ángulo exacto del codo
- rotación de la muñeca
- pequeños ajustes del torso o la cabeza
- microvariaciones en la trayectoria del arco
El intérprete puede variar estos elementos sin alterar la precisión ni la intención musical.
Forzar simetría o repetición idéntica sería ineficiente.
Aquí está el punto crucial:
Para intérpretes avanzados, la redundancia es el espacio donde se negocian la precisión, la expresión y la libertad.
Estas dimensiones redundantes son el espacio adaptativo que el sistema nervioso usa para:
• estabilizar
• liberar tensión
• afinar transiciones
• moldear el fraseoA medida que se desarrolla la técnica, esta variabilidad se vuelve un recurso esencial.
Asimetría corporal en el canto: jerarquía motora en acción
En el canto las microvariaciones son más difíciles de ver, pero el principio es el mismo.
Objetivo: cantar un do agudo estable y resonante.
Dimensiones relevantes:
- crear suficiente espacio faríngeo para la inclinación laríngea
- regular el flujo de aire
Dimensiones redundantes:
- cómo se distribuye el peso en los pies
- microajustes en la articulación temporomandibular (ATM)
- movimientos espontáneos de brazos
- dirección natural de la mirada
- pequeños cambios posturales o en el patrón de marcha
En cantantes avanzados, estas dimensiones secundarias se vuelven esenciales.
Sostienen el campo de microajuste en el que:
• la resonancia se auto-organiza
• la presión del aire encuentra equilibrio
• la estabilidad postural se mantiene
• emerge la sutileza expresivaLo que importa no es la simetría visual, sino:
• la calidad del feedback sensorial
• la fluidez de las transiciones
• la capacidad del sistema de adaptarse
Asimetría, equilibrio y sistema nervioso autónomo
Aunque la asimetría corporal en músicos está integrada en la fisiología humana, la estabilidad dinámica sigue siendo lo esencial.
El sistema vestibular —responsable del equilibrio— está profundamente conectado con el sistema nervioso autónomo.
Cuando el equilibrio se siente incierto, el cuerpo entra en un estado leve de vigilancia.
Esto puede generar microtensiones, ajustes protectores y restricciones que afectan:
- la respiración,
- la fonación,
- el movimiento libre,
- la expresividad.
Por eso, la regulación postural, el movimiento y la regulación fisiológica son inseparables.
Aquí es donde realmente comienza el arte de trabajar con el cuerpo:
no persiguiendo mitades idénticas, sino ayudando al sistema a negociar diferencias con sensibilidad y soltura.
Y aquí la microregulación del movimiento juega un papel crucial. Las posturas corporales que permiten flexibilidad y adaptabilidad son aquellas que son dinámicamente estables, es decir que dentro de la estabilidad en la musculatura grande, permiten la microregulación de la musculatura mas fina.
Preguntas clave para músicos y docentes
- ¿Hay restricción de movimiento o dolor? ¿Cuál es la causa?
- ¿Podés trabajar de manera preventiva?
- ¿Cuándo una asimetría es funcional?
- ¿Qué ejercicios te ayudan a encontrar equilibrio dentro de la asimetría?
- ¿Cómo integrás los aspectos técnicos, emocionales y corporales?
- ¿Qué hábitos de movimiento influyen en tus patrones?
- ¿Qué tan refinada es tu conciencia corporal?
- ¿Cómo entrenás estabilidad dinámica mientras hacés técnica?
- ¿Cómo preparás y equilibrás tu cuerpo antes y después de una actuación?
En otras palabras:
La estabilidad dinámica es simplemente la asimetría que aprendió a bailar.